¡Hola a todos! Soy Paula Sanroma y os voy a contar como he pasado el verano. Se me ha hecho muy corto. El 19 de Julio me fui a Málaga con mi familia a pasar unos días con mi tía que tiene allí un piso en el que reside. Cuando llegamos, deshicimos las maletas y nos fuimos a cenar a un restaurante que estaba muy cerquita. Después de cenar nos fuimos a tomar unos helados ¡Estaban buenísimos! Yo me lo pedí de chocolate. Todos los días alrededor de las 10:00h nos íbamos a la playa de la Malagueta, siempre al mismo sitio ya que lo que nos gustaba de esta playa era las olas que había, el mar siempre estaba algo agitado ¡Lo pasamos genial!
El 31 de julio tuvimos que volver a nuestro destino ya que mis padres nos estaban esperando para irnos a pasar el mes de agosto al campo de mi abuelo con toda mi familia. Allí, cada uno nos asignamos una tarea para ayudar, por ejemplo a mí me tocó: los lunes y jueves casa con mi primo Pedro, es decir, quitar el polvo y fregar el suelo de la casa; los martes y viernes me tocaba cocina junto con mi primo Manuel, que es el mayor de los primos, y lo que hacíamos era ayudar a mi abuela a preparar la comida; y los miércoles y sábados junto con mi hermana Elena y mi primo Manuel calle, es decir, barrer la explanada y limpiar las ventanas. Después de realizar cada uno nuestra tarea, hacíamos media hora de ejercicios que nos ponía mi tía Mª Carmen y otra media de deporte (baloncesto, fútbol, natación, waterpolo, bicicleta...) Luego, nos dejaban bañarnos en la piscina hasta la hora de comer, y después nos echábamos la siesta, que por cierto, ¡Vaya siestas largas! La tarde la teníamos libre y la pasábamos en la piscina, hacíamos juegos en el agua, jugábamos en el césped a las cartas, al fútbol... Hasta que se hacía casi de noche. Solíamos cenar alrededor de las 22:00h. Cuando terminábamos veíamos un rato Disney Channel y Clan hasta las 00:00h. Después, como no teníamos sueño, lo que hacíamos era apagar todas las farolas del patio y con el resplandor de la luna nos íbamos al césped y mirábamos las estrellas o jugabamos al escondite, que por cierto, al que más trabajo costaba encontrar era a mi primo Juan, que buscaba escondites donde no esperábamos que estuviera como por ejemplo dentro de las fundas de las sombrillas.
Cuando llegó la feria nos advirtieron que solo podíamos montar en 3 atracciones cada uno y que solo iríamos 2 noches. Yo me monté todas las veces en el kanguro porque para mí es el más divertido y porque las demás atracciones me resultaban infantiles. El día 1 de Septiembre nos tuvimos que venir al pueblo y dejar el campo ya que mi tía se tenía que ir a trabajar, pero no nos dio pena porque sabíamos que íbamos a ir todos los fines de semana.
El 31 de julio tuvimos que volver a nuestro destino ya que mis padres nos estaban esperando para irnos a pasar el mes de agosto al campo de mi abuelo con toda mi familia. Allí, cada uno nos asignamos una tarea para ayudar, por ejemplo a mí me tocó: los lunes y jueves casa con mi primo Pedro, es decir, quitar el polvo y fregar el suelo de la casa; los martes y viernes me tocaba cocina junto con mi primo Manuel, que es el mayor de los primos, y lo que hacíamos era ayudar a mi abuela a preparar la comida; y los miércoles y sábados junto con mi hermana Elena y mi primo Manuel calle, es decir, barrer la explanada y limpiar las ventanas. Después de realizar cada uno nuestra tarea, hacíamos media hora de ejercicios que nos ponía mi tía Mª Carmen y otra media de deporte (baloncesto, fútbol, natación, waterpolo, bicicleta...) Luego, nos dejaban bañarnos en la piscina hasta la hora de comer, y después nos echábamos la siesta, que por cierto, ¡Vaya siestas largas! La tarde la teníamos libre y la pasábamos en la piscina, hacíamos juegos en el agua, jugábamos en el césped a las cartas, al fútbol... Hasta que se hacía casi de noche. Solíamos cenar alrededor de las 22:00h. Cuando terminábamos veíamos un rato Disney Channel y Clan hasta las 00:00h. Después, como no teníamos sueño, lo que hacíamos era apagar todas las farolas del patio y con el resplandor de la luna nos íbamos al césped y mirábamos las estrellas o jugabamos al escondite, que por cierto, al que más trabajo costaba encontrar era a mi primo Juan, que buscaba escondites donde no esperábamos que estuviera como por ejemplo dentro de las fundas de las sombrillas.
Cuando llegó la feria nos advirtieron que solo podíamos montar en 3 atracciones cada uno y que solo iríamos 2 noches. Yo me monté todas las veces en el kanguro porque para mí es el más divertido y porque las demás atracciones me resultaban infantiles. El día 1 de Septiembre nos tuvimos que venir al pueblo y dejar el campo ya que mi tía se tenía que ir a trabajar, pero no nos dio pena porque sabíamos que íbamos a ir todos los fines de semana.
Y este ha sido mi verano, seguramente el mejor.
Paula Sanroma González
5 comentarios:
Paula, me he quedado con ganas de q pongas alguna fotillo de tus vacaciones. Ahora q hace frío, viento y lluvia... estaría bien volar con la imaginación y volver al tiempo de Sol y ocio... Jopeta!!!
Dña Marisa
Paula me ha gustado mucho tu noticia me ha dado mucha envidia porque se nota que tu verano ha sido muy entretenido.
Paula, la noticia esta muy buen y las fotos son muy entretenidas, Donde te las has echo, ¿en Málaga?
Me encanta la noticia
sí, en Málaga
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