Había niños y niñas que me habían
dicho que quinto era difícil, pero cuando me informé de sus contenidos a través de internet en el
ordenador de casa, supe que sería muy parecido al año pasado, solo que algunas
cosas nueva más.
Cuando llegó el primer día todos
estábamos nerviosos. Por una parte, no sabíamos que profesora nos iba a tocar y
por otra, estábamos contentos de ver de nuevo a nuestros amigos.
Siempre las primeras clases son
especiales. Al inicio no sabes nada de tu profesor o profesora; te preguntas:
¿será buena o mala?, ¿mandará mucha
tarea o poca? Pero cuando pasa el tiempo todo te parece normal.
Con Doña Marisa vamos a aprender
muchas cosas, pero antes, como ella dice, habrá que espabilar.
Una alumna de la clase
Una alumna de la clase
